...en un puerto impreciso
de la eternidad.
...los profesores son más
ignorantes de lo que se cree.
La filosofía parece
ocuparse sólo de la verdad, pero quizá no diga más que fantasías,
y la literatura parece ocuparse sólo de fantasías, pero quizá diga
la verdad.
Es difícil tener
convicciones precisas cuando se habla de las razones del corazón,
sostiene Pereira.
El problema es que el mundo es un problema y seguramente no seremos ni usted ni yo quienes lo resolvamos, hubiera querido decirle Pereira.
Tampoco esta vez firmó
Pereira la traducción. Sostiene que lo hizo porque no le parecía
correcto que el director de la página cultural firmase la traducción
de un relato, hubiera dejado entrever a todos los lectores que en el
fondo la página la hacía él solo, y eso le molestaba. Fue una
cuestión de orgullo, sostiene.
Y cuando el doctor
Cardoso salió por la puerta y desapareció en la calle se sintió
solo, verdaderamente solo, y pensó que cuando se está
verdaderamente solo es el momento de medirse con el yo hegemónico
que quiere imponerse en la cohorte de las almas. Y aunque pensó en
todo ello no se sintió tranquilo, sintió en cambio una gran
nostalgia, no sabría decir de qué, pero era una gran nostalgia de
una vida pasada y de una vida futura, sostiene Pereira.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario