En este blog se presentan fragmentos originales de los libros que leí. No vierto aquí mis opiniones personales pues considero más efectivo que el mismo autor se encargue de seducirte con sus propias palabras.

miércoles, 30 de julio de 2014

La tabla de Flandes - Arturo Pérez-Reverte

En materia sentimental, princesita- solía decir César-, no hay que ofrecer nunca consejos ni soluciones... Sólo un pañuelo limpio en el momento oportuno.


Residuos de otra vida y otros sentimientos, a los que una meticulosa labor de zapa y destrucción había amortiguado, relegándolos como un libro puesto en una estantería para que el polvo lo cubra, sin intención de volver a  abrirlo, pero que a pesar de todo sigue estando ahí.



Por lo demás, se hallaba en posesión de una de las más amplias y depuradas culturas que Julia había conocido en su vida, y en nadie como en él se afirmaba el principio de que la extrema cortesía, en las personas de clase superior, es la más alta expresión de desdén hacia los demás.


(sobre el ajedrez) “El noble juego tiene sus abismos en los que muchas veces un alma noble ha desaparecido.”
Un antiguo maestro alemán


Había un rumor peculiar en el ambiente, ni ruido ni silencio: una especie de murmullo suave y contenido, algo solemne, como el de la gente cuando llena una iglesia.


...le sorprendió que el policía no tomara notas, y supuso que aquello formaba parte de su método: la gente habla con más libertad cuando cree que sus palabras se desvanecen en el aire.


...esos otros terrores inconcretos que forman parte de una misma durante el sueño, para establecer duelos caprichosos entre la imaginación y la razón, y a los que, casi siempre, basta un acto de voluntad para reducir al recuerdo, o al olvido, con sólo abrir los párpados hacia las sombras familiares del dormitorio.


Que yo sepa, los policías y los forenses sólo son honrados e infalibles en las películas.


La expresión había cambiado; de huidiza se tornaba firme, con fascinada intensidad. Igual que un hipnotizador sorprendido por sus propios ojos en un espejo.


-Odio el otoño, querida, te lo juro. Con sus nieblas, humedades demás puñetitas -suspiró mientras estrechaba la mano de Muñoz-. A partir de cierta edad, algunas estaciones terminan por parecerse horriblemente a la parodia de uno mismo...


-El camino del artista (...) es salvar obstáculo tras obstáculo hasta que pueda asomarse al interior de sí mismo...


En realidad (...) todos componemos una bizarra tropa...


Lo vio levantar los ojos hacia la ventana ojival y sonreír; apenas un esbozo de sonrisa, distante y melancólica. Una sonrisa de aquellas que traslucen recuerdos, amores y peligros, también la intuición del propio destino.


Después miró detrás de ella, como si esperase a alguien que le trajese una palabra olvidada.


...¿Es usted aficionado a resolver paradojas? No sólo la música, la pintura e imagino que el ajedrez están llenos de ellas. Fíjese -alargó la mano hacia la mesa y cogió lápiz y papel, escribiéndo unas líneas que después mostró a Muñoz-. Échele un vistazo a esto, por favor.
El ajedrecista leyó en voz alta:
-El enunciado que en este momento estoy escribiendo es el que en este momento usted está leyendo...- miró a Belmonte, sorprendido-. ¿Y bien?
Pues eso mismo. Ese enunciado ha sido escrito por mí hace un minuto y medio, y usted lo acaba de leer hace sólo cuarenta segundos. Es decir, mi escritura y su lectura, corresponden a momentos distintos. Pero sobre el papel, este momento y este momento son, indudablemente, el mismo momento...


Se está convirtiendo en un anciano, y lo sabe; faltan ideas prácticas y sobran confusos fantasmas de la razón.


“No sea tonto. La bandera es imposible, de modo que no puede estar ondeando. Es el viento lo que está ondeando.” (D.R.Hofstadter)
Cita del inicio del cap. XI


Es curioso como, en contra de toda lógica, uno se aferra a la existencia en proporción inversa a la cantidad de vida que tiene por delante.


-Supone mal, una excepción no confirma, sino que invalida o destruye cualquier regla...


...además ha resultado ser mejor sabueso de lo que yo mismo creía... No como ese imbécil de Feijoo que ve una colilla en un cenicero y, como mucho, deduce que alguien ha fumado...


Un ser humano puede amar y traicionar a la persona amada, sin que por eso pierda realidad su sentimiento. Se puede ser padre, hermano, hijo y amante al mismo tiempo; víctima y verdugo... Pon los ejemplos que gustes. La vida es una aventura incierta en un paisaje difuso, de límites en contínuo movimiento, donde las fronteras son arificiales; donde todo puede acabar y empezar de nuevo a cada instante, o terminar de golpe, como un hachazo inesperado, para siempre jamás. Donde la única realidad absoluta, compacta, indiscutible y definitiva es la muerte. Donde sólo somos un pequeño relámpago entre dos noches eternas y donde, princesa, tenemos muy poco tiempo.



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